Si sobre un elemento podemos realizar determinadas acciones (modificarlo, eliminarlo, compartirlo, etc.), es preferible ubicar los botones o enlaces que las ejecutan muy cerca o sobre el mismo elemento al que afectan. De ese modo reducimos la distancia física (recordar la Ley de Fitts) necesaria para manipular el elemento. Así como la carga cognitiva necesaria. Dado que aportamos un contexto inmediato a las acciones, por estar directamente relacionadas con el elemento al que afectan.
Por ejemplo, si tenemos una tabla de resultados, podemos hacer aparecer sus acciones al pasar el ratón por encima de cada elemento, o bien permitir acceder a las acciones mediante el botón derecho del ratón.
Otro caso es el de poder modificar un texto haciendo clic sobre el mismo para convertirlo directamente en un campo editable.