Los usuarios tienden a recordar mejor el primer y último elemento de una serie.
Los primeros elementos de una lista se transfieren a la memoria a largo plazo. Los recuerdas porque ahí es donde comenzaste. Los elementos al final de la lista se recuerdan porque aún permanecen en la memoria a corto plazo. Mientras que los elementos del medio de la lista serán los peor recordados.
Un ejemplo de cómo hacer uso de este efecto en el diseño de interfaces es el de una página de venta. Puedes explicar el beneficio principal del producto al inicio de la página e incluir otros mensajes persuasivos (como "envío gratis", "opciones de financiación"...) justo al final. De esta manera, si el usuario abandona la página, es más probable que recuerde el beneficio principal del producto y los extras persuasivos.
Este efecto fue estudiado por el filósofo y psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus a finales del siglo XIX.
Si quieres conocer más detalles sobre este efecto cognitivo, puedes partir de su artículo en la Wikipedia.